lunes, 1 de febrero de 2010

El Caballero y su Amada



"Desgraciadamente, para los ideales no hay liquidaciones, siempre salen caros." (Mario Benedetti: La Tregua)
"Mi misión es a todas luces imposible, lo que me da una cierta libertad.(...)El paisaje que actualmente nos rodea está lleno de torres abolidas, de ruinas y fragmentos de las contrucciones ideológicas con las cuales se interpretaba la historia y con ella la cultura." (Adriana Valdés: Grandes Perspectivas de la Cultura Contemporánea)

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RAK

"A Dulcinea"

Aunque

quieres que yo sea tu torre abolida
defiéndete:
lengua procaz.
Repliega tu sarcasmo
obedéceme
ábrete a la luz
no alborotes mi espíritu inocuo
abstente de agrietar mi sino
sálvame de la demolición.

No me derrotes, mi Dulcinea,
con palabras triviales y obtusas
mira que te amo, mi dulce meaculpa.
Tuyo soy para siempre.

Este es mi castillo
aquella es mi torre
mira mi armamento
desnúdate en mí
asume la orden de caballería andante
porque ella es elevada y digna
divina mujer hermética.

No me derrotes ni con palabras
ni con silencios o distancias
busca otras armas
combate conmigo cuerpo a cuerpo
pero no me insultes ni te burles.

No ensucies mi honra
con la brutalidad cruenta
del villano sarcasmo
o con golpes bajos
en mi ánimo noble
en mi armadura de género
lacerado.

"A mis adversarios políticos"

Mis adversarios más estériles
dicen que estoy loco,
que mi delirio caballeresco
es absurdo, demagógico,incongruente:
una ofensa al sentido común del pueblo.

A veces mi Dulcinea se suma a estos ataques
y me amenaza con la renuncia y el divorcio:
que ya no quiere inspirar mis batallas
ni menos mi conducta desadaptativa,
que en mi locura finjo ser un dios griego,
un héroe medieval, tal vez un ángel caído.

Me acusa de producir desastres
que soy inconexo, irracional, patético,
impotente para administrar mi vida
ni menos mi biblioteca infinita.

Yo les digo a todos
que mi señor no es de este mundo,
que sueño con el misterio
que levanto mi espada con el temple erecto
para dirimir este concurso cotidiano
en favor de la paz y de la justicia y de la belleza.

En verdad le digo un no rotundo a la mentira
y a la arrogancia tediosa de mis enemigos
más odiosos e improcedentes.

"A mi amor ideal"

Querida Dulcinea:
Mi amor idealizado:
Presente:

Tus celos promueven
mi resentimiento
caballeresco,
rebajan mi condición noble
y mi alta estima
envilecen mi conducta irreprochable
con falsas acusaciones
más bien propias de un mago infuso
o de un envidioso hechicero, de una bruja,
pero no de una mujer perfecta
o de un ser alado
como te veo en mi mente alucinada.

En fin, no me entusiasman
las falsas acusaciones de mis adversarios
más encarnizados y pérfidos
ni tu aparente complicidad con su partido.

Te amo con locura:
lo cierto es que por ti no distingo
ni la realidad ni la fantasía.

"A la primera salida"

Al salir de mi casa
tuve un sueño abstruso
mistérico, obscuro,
en blanco y negro.
Me veía a mí mismo
caminando o cabalgando
por una llanura interminable
o por una meseta
o por una nube
o por tu cuerpo desnudo...
en suma, un espacio curvo,
ondulado, blando, flexible.
Un mundo extraño.
No sé si eras tú, mi dulce amada,
o el territorio de mi patria el que se abría
gracias al poder de mi lanza dorada.

"A la alquimia"

Sin duda tuve una experiencia
de transformación en mi mente
al leer con entusiasmo
las aventuras de Amadís de Gaula.
Pero la verdadera transmutación
se produjo en mi ser interno
cuando Dulcinea del Toboso
entró en la esfera de mi conocimiento
y modificó mi vida y mi aspecto.

A ella y no a otra le debo
este cambio evidente
esta apariencia grotesca
de la que se burlan mis enemigos
y se conduelen mis amigos y parientes.

"A mi armadura"

Debajo de mis mecanismos de defensa
yo he descubierto a un ser humano
repleto de contradicciones
seducido por anhelos insondables
obnubilado por los destellos
del amor lejano de Dulcinea:
tierra ignota, críptica,
enclaustrada en el arco de un conventículo
ansiosa, pero retenida
a pesar de mis invocaciones y convocatorias.

"A mis arcanos"

Hoy probablemente
cometí un error imperdonable:
me saqué la armadura
delante de mi dulce enemiga.
Quedé totalmente desnudo
sin mi cota de acero ni mi celada.

Mostré mis palabras y mis arcanos
le revelé mis códigos secretos,
incluso la identidad del ser que me inspira,
mis mantras, mis signos de pase.
Ebrio posiblemente descompartimenté mi investidura.

Permití su ingreso al templo
que incursionara en mi sanctum
que penetrara más allá de mi carne herida
en los mil combates en contra de magos y grifos.

Sabemos que sólo en la mente de dios está mi destino.
A él encomiendo esta verdad grande
como el corazón de mi amada Dulcinea,
mi dulce enemiga, mi otro ser alado.

Para ella mi fidelidad a toda prueba,
mi candor, mi inocencia, mi locura.
Es a ella a quien le dedico mi desequilibrio
y mi armonía inconclusa
la pequeñez de mi cosmos.

"A los ojos de Dulcinea"

Obviamente
inestable es el amor
humano
pero el amor de Dulcinea es perenne
alimento para el espíritu divino
dulce lechemiel
para mi orden de caballería andante.

Ella invade y copa mi sino
con sus elucubraciones teosóficas
adornadas con el realismo maravilloso
de sus ojos verdes.

"A la ciudad encontrada"

Sancho,
en mi viaje infinito
vi una ciudad callada con calles secas y opacas
en verdad estaba como salida de la nada
disfrazada de lenguaje
larga y tediosa construcción vertical
enmascarada de argamasa.
Un recinto extraño como patio trasero
repleto de cartones, tablas antiguas,
fierros oxidados, tarros abandonados al desorden
a lugares imprevisibles y sombríos
a la tendencia al basural.
Allí, Sancho, penaban las ánimas del purgatorio.
En ese lugar no había tiempo
todo era olvido inmediato, pesadez de magia negra,
aguas turbias, herrumbre, orín en las espadas caducas.
Pero entré por su larga avenida de mar a cerro
y más bien salí por alguna parte
sospechosamente vagabundo y desaprovechado.

"A mi lanza en astillero"

Creo que el cielo y la tierra
se juntan en mi ser interno.
También observo el agua, el aire y el fuego
en mi cuerpo hidalgo y en mi mente honrada.
Siento cómo se produce en mi destino caballeresco
la alquimia fabulosa de los elementos combinados
por la magia inconmensurable de mi amada
y por la lanza que erecto en su nombre.

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Notas provocativas: anversos, reversos, metaversos y multiversos.

MOVIMIENTOS, VARIACIONES Y DERIVADAS Algunos son hitos en la historia personal de mis lecturas o conversaciones, otras son hallazgos casuale...