
Pablo Guadarrama y el humanismo latinoamericano
Juan Felipe Galindo Márquez
La definición del pensamiento latinoamericano es y sigue siendo una cuestión problemática. Muchos intelectuales extranjeros y locales dudan al atribuirle a nuestro pensamiento una existencia con identidad propia. Pablo Guadarrama González(1), filósofo cubano de amplia trayectoria, revindica la autenticidad del pensamiento y filosofía latinoamericana examinando las condiciones históricas, sociales y políticas que lo han configurado. En la conferencia que dictara en nuestra Alma mater con motivo de la XIII Feria del libro del pacífico colombiano el filosofo resaltó que la autenticidad en nuestro pensamiento no ha consistido tanto en la formulación de ideas novedosas, si no en la expresión de un pensamiento filosófico que emerge desde las condiciones particulares de nuestra circunstancia latinoamericana. Una filosofía en que predomina la preocupación por los problemas sociales y políticos de su contexto por encima de preocupaciones netamente científicas inherentes a un determinado sistema especulativo filosófico.
Explica, además, que la filosofía en Latinoamérica a configurado este particular carácter social e ideológico por razones históricas: por la condición de dependencia social, económica y política que Latinoamérica ha tenido con respecto a las potencias mundiales (en tiempos de la conquista fue con relación a España, ahora con Estados Unidos y Europa).
Otra circunstancia que torna problemática la definición del pensamiento latinoamericano es la diversidad; tanto en las tesis de los diferentes filósofos de la región como en las mismas culturas, etnias y sociedades que componen el “continente” latinoamericano. A esta circunstancia el filosofo ajusta su concepto de “la unidad en la diversidad”, justificando que a las innegables diferencias existentes subyacen similitudes aún más profundas.
Guadarrama se erige como un verdadero adalid de la originalidad del pensamiento latinoamericano. A quienes afirman que las filosofías latinoamericanas son, en el mejor de los casos, malas versiones de modelos importados, responde que si bien algunos pensadores se han nutrido de doctrinas extranjeras, estas han experimentado una profunda transformación al adaptarse a la concepción individual del sujeto que las aplica (que actuaría en este caso a manera de filtro), además de las transformaciones que dicha doctrina sufriría al adaptarse al contexto específico latinoamericano.
Su definición de cultura auténtica es aquella que es siempre específica y por tanto histórica, y deja claro que esta debe medirse, sobre todo, con estándares que emerjan de su propio mundo.
Humanismo en Latinoamérica
La cultura como “el aprovechamiento social de la inteligencia humana”, como “la medida de la dominación del hombre de sus condiciones de existencia histórico concretas”, así la define Pablo Guadarrama. En este orden de ideas traza también su concepción del humanismo, no como un istmo más o como una versión local del humanismo europeo, sino como un orden vital y desalienante que desde el pensamiento se extiende hacia la cultura y toda la sociedad. Afirma la importancia del humanismo como voz esencial del pensamiento latinoamericano, pues en consonancia con las circunstancias sociopolíticas de nuestro contexto ha dirigido su atención hacia los movimientos de liberación nacional, los problemas del desarrollo socioeconómico, la lucha de clases y los conflictos ideológicos.
El humanismo considera al hombre como un ser perfectible; y aunque conciente de la existencia de la maldad cree que en un balance moral el hombre redundaría en lo positivo. Guadarrama considera que las ideas de carácter “negativo”: misantrópicas, nihilistas, pesimistas y oscurantistas, no están destinadas a determinar el curso de la herencia filosófica y cultural auténtica. En su lugar cree que será el humanismo latinoamericano, en su sentido “positivo”, “desalienador”, confiado en el progreso social, quien lo haga. Aún por encima del orden postmoderno imperante; con su culto al individualismo, su moral del fin por los medios, el pragmatismo y el chovinismo exacerbado.
(1) Pablo Guadarrama González (1949). Académico Titular de la Academia de Ciencias de Cuba. Doctor en Ciencias (Cuba) y Doctor en Filosofía (Alemania).Doctor Honoris Causa en Educación (Perú). Profesor Titular de la Cátedra de Pensamiento Latinoamericano de la Universidad Central de Las Villas. Santa Clara Cuba. Autor de varios libros sobre teoría de la cultura y el pensamiento filosófico latinoamericano.
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